Ambos representan un reto muy grande. El primero, consiste en que el orador recibe una pregunta al azar, la que desconoce hasta que le es planteada; y tiene solo unos breves segundos para construir un discurso: una frase de entrada, una introducción que capte el interés, un cuerpo bien definido por puntos claros, una invitación a la acción y un cierre poderoso. Participaron nuestros hermanos Alejandro Angeles y Magdalena García, quienes desempeñaron un excelente papel logrando un segundo lugar por parte de Magdalena.
El discurso humorístico representa también un reto fuerte, ¡y tuvimos la satisfacción de que nuestro socio y amigo Raúl Uribe Figueroa trajera a Puebla el primer lugar con su discurso “El Pachuco de Oro”, un homenaje a Germán Valdéz Tin-Tan!. Éste consiste en hacer reír al público sin utilizar una secuencia de chistes, sin caer en la vulgaridad o el insulto y procurando no utilizar el recurso del sexo inadecuadamente. En palabras de nuestro ganador: “Una cosa es ser gracioso y otra es tener gracia. El que es gracioso, solo se dedica a contar chistes y hacerse payaso. Pero quien tiene gracia, hace reír al público sin perder nunca el estilo”.
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